domingo, 25 de marzo de 2007

Una Historia en Silencio

Por la cornisa.
Entre la ladera y el precipicio.
Por la nube.
Entre el cielo y la nada.
Por lo maravilloso.
Entre lo mágico y lo absurdo.
Por el verde.
Entre el verde y el verde.
Así se llega a Gangotri.
Gangotri es un pueblo que se insinúa en el nacimiento del Ganges.
Allá, a tres mil y pico de metros de altura en los Himalayas.
No solo es extremo el eje “y” por tamaña altura, sino también el eje “x” pues es bien adentro en la montaña, casi llegando a Nepal.
Como decía, allí nace el Ganga.
También nacen y viven muchas personas.
Las montañas son las murallas.
Las nubes el techo corredizo.
El río el corazón que bombea con la fuerza suficiente para dar vida a Gangotri y a toda la India hinduista.
Y yo…bueno yo, una vez mas, un pequeño observador deslumbrado de tanta luz.
Pero allí en Gangotri, el lugar, el río y la belleza no son los únicos “deslumbrantes” para este deslumbrado. Pues tan misteriosos, poderosos, desafiantes y profundos como el río, las montañas y las nubes son los Babas que allí viven.
Pero, ¿Qué es un Babas?
Es la pregunta obvia. No tan así es la respuesta.
Un Baba es un hombre que se ha entregado.
Un renunciante.
Y no uno que renuncia de una manera hollywoodense a sus posesiones materiales en un acto de frenesí y de entrega al delirio místico en cuerpo y alma.
Es un renunciante verdadero.
Un hombre que renuncia a si mismo.
Renuncia en todo aspecto.
No renuncia a lo material, renuncia a la materia.
No renuncia a los pensamientos (la casi imposibilidad de la mente en blanco), renuncia a la mente.
No entrega su espíritu para darse cuenta que es Dios.
Renuncia a la idea de querer ser Dios.
Y tal vez así es más Dios que el resto.
Renuncia a su propio ser.
Y se dedica a hacer.
Y ¿Qué hace?
Bueno, lo que cualquiera que renuncia a la materia, a la mente y a la idea de ser Dios metálico y de marquesina…busca encontrar a Dios y establecer cada vez mas una cercana relación.
Pero hay muchas formas de hacer esto.
Hay muchos tipos de Babas.
Están los que meditan, los que rezan, los que ayunan, los que peregrinan, etc. Pero entre los babas que conocí y que tanto me llamó la atención y el corazón hace algo distinto:
Calla.
Si, Mouni Baba solo calla.
Muoni significa silencio.
Muoni Baba no habla desde hace mucho.
Unos dicen 11 años, otros 20, otros mas.
Pero Muoni no dice nada. Nadie sabe bien y realmente no importa, ahora…
¿Por qué no habla?
La verdad no lo se.
Ni idea.
¿Será que no tiene nada que decir?
No creo pues aunque no habla comunica mucho.
Tal vez solo dijo (bueno pensó):
“Si la montaña es tan sabia y no habla, ¿porque debiera yo hacerlo si quiero ser sabio?”
O pensó:
“Si el río es tan experto en fluir, pues sabe ser ruidoso y potente, silencioso y calmo. Ancho y angosto o lo que sea que sea. Se adapta perfectamente y tiene siempre claro a donde ir. Y no habla. Si yo quiero fluir ¿porque habría de hablar?”
O tal vez pensó:”
Si la nube es tan vasta y no habla, ¿Por qué habría yo de hacerlo si quiero ser vasto?” De todas formas tanto las montañas, el río y la nube hablan, pero no con palabras.
O será que vio que en el mundo, cada vez que se habla se genera una paradoja, un doble sentido, un doble estándar.
Entonces pensó que la mejor manera de no ser ambiguo y ser sincero era callar.
¿No habla porque entendió que primero debería escuchar?
¿Será que no habla para no tapar la voz de Dios que suele ser un susurro? ¿Calla porque entendió que las palabras pueden herir más que las peores armas?
Por qué convengamos que una palabra puede doler. Una palabra puede destruir. Y lo peor de todo: No mata.
Solo se queda enterrada allí donde los dolores más duelen. Donde no se controlan ni ven. En lo profundo. Ahí entre en pecho y la espalda. Entre lo infinito y el alma.
Las palabras pueden ser escupidas al cielo que nos llevan a miles de diluvios universales que nos mojan pero adentro del cuerpo. Nos come por dentro. Como el óxido. Las palabras pueden ser asesinas de guantes blancos. Bisturís en manos de cirujanos.
¿Será por eso que evita las palabras?
(El silencio de Muoni Baba es un canto al cielo por recuperar la pureza original de la mirada?)
Pero a pesar de todo lo que podamos conjeturar de porque no habla, lo que mas me llegó de él fue lo que me dijo no diciendo nada.
Me dijo:
Que una mirada te llega donde no lo hacen las palabras.
Me dijo:
Que este tranquilo que rezaría por mí.
Me dijo:
Que le saque fotos, que no le molestaba.
Me dijo:
Que esa mirada la iba a mantener en las fotos también.
Me dijo:
Que la montaña le había contado secretos.
Que el río lo abrazaba seguido.
Que a la nube le gustaba bailar dentro de él.
Me dijo:
Que estaba en buenas manos.
Me dijo:
Que el mundo es bello.
Que algunos colores son imperceptibles.
Que siendo las envidias ignorancia como a veces los ignorantes nos dan envidia.
Me dijo:
Que el espíritu vuela como barrilete si la cordura es la cuerda. Y que uno debe aferrarse a esa cuerda para ser espiritual. Si uno le afloja a la cordura se van espíritu y cordura.
Me dijo eso y tantas cosas.
Pero no me dijo porque no hablaba.
La verdad, con todo lo que me dijo ya no lo quería hacer hablar más, y eso que no dijo ni una palabra.
(Del Diario GVY Yatra 2006 )